1. Mezcla agua, masa madre, y harina en un tazón. Cubre y deja reposar por 30 a 60 minutos.
225 g masa madre activa
225 g agua
150 g harina de fuerza
200 g harina integral
2. Agrega el aceite de oliva, azúcar y sal. Amasa por 5-10 minutos o hasta que la masa este suave y elástica. Agrega más agua o harina si es necesario. Deja reposar la masa en un tazón engrasado por 30 minutos.
30 g aceite de oliva
15 g azúcar
7 g sal
3. Estira y pliega* la masa, cubrela, y deja reposar por 30 minutos.
4. Estira y pliega la masa 2 veces más, dejando la masa reposar por 30 a 60 minutos entre cada set.
5. Después del ultimo set de pliegues y estiramientos, deja que la masa fermente a temperatura ambiente durante 4 a 8 horas o hasta que haya duplicado su tamaño.
Si no los vas a hornear inmediatamente, puedes refrigerar la masa hasta por 48 horas, solo sácala del refrigerador 30 minutos antes de usarla para que sea más fácil darle forma.
6. Precalienta el horno y la sartén de hierro a 450°F / 230°C por 30 minutos.
7. Divide la masa en 8 partes iguales. Amasa para darles forma de bola. Cubre con un paño de cocina y deja reposar 10 minutos.
8. Aplana cada bola con el rodillo, cuidando no dejarlas ni tan delgadas ni tan gruesas.
9. Hornea por 5-7 minutos o hasta que tengan un color dorado, no necesitas voltearlas. Se van a inflar mientras se hornean y se desinflarán cuando las saques del horno.
10. Envuelve el pan pita en un paño de cocina conforme salen del horno para que se mantengan suaves.
Provecho!